Solución de controversias en el seno de la empresa familiar

Cuando se trata de asegurar la trascendencia de la organización, los mecanismos alternos de solución de controversias representan una opción eficaz.

A pesar de ser uno de los principales motores de la economía en México, no cabe duda que las empresas familiares presentan una alta tasa de mortalidad. Sólo una pequeña parte de ellas logra sobrevivir a la segunda generación, mientras que la mayoría desaparece a la tercera. Este fenómeno no sólo surge como consecuencia de factores administrativos, ejecutivos o resultantes de la “hipercompetitividad” que se vive en nuestros días, sino que en numerosas ocasiones son producto de la falta de acuerdos entre sus propietarios.

Si bien los accionistas de una sociedad deben de cumplir con las responsabilidades contenidas en los estatutos de la organización, no podemos ignorar el hecho de que es imposible que durante la existencia de una empresa no se presenten diferencias entre sus miembros, siendo novedoso y necesario integrar dentro de la operatividad societaria, mecanismos legales alternativos y eficaces para la solución de controversias.

En el mundo globalizado de nuestros días, los conflictos en una empresa pueden suponer un riesgo reputacional, con impactantes consecuencias económicas si las partes en conflicto llevan sus diferencias al plano público. Una organización cuyos problemas internos son evidentes, desincentiva la inversión, estresa a los colaboradores de la empresa, presume inestabilidad, la vuelve menos atractiva y da la impresión de que no se rige bajo los principios de gobierno corporativo.

El objetivo de incorporar en la operación de la empresa estrategias de Mecanismos Alternos de Solución de Controversias (MASC), es procurar asegurar su permanencia en el tiempo, más allá de los conflictos individuales entre sus miembros, buscando que los conflictos individuales no afecten a la organización en su estructura institucional.

Una estrategia preventiva y de solución.

No hay duda de que la mejor manera de solucionar conflictos es prevenirlos. La asamblea de accionistas y en su caso el consejo de administración, deben adelantarse a los obstáculos que puedan ir surgiendo y crear un plan de respuesta, reflejado en los estatutos de la empresa mecan2ismos de solución internos, que puedan estar disponibles y ser implementados en el momento que se requiera, sin necesidad de trascender a instancias judiciales, regularmente ineficientes y costosas.

Lo primordial es que los problemas que surjan dentro del seno de la organización tengan espacios privados y legales para su solución “en casa”, sin que lleguen ante autoridades de gobierno, medios de comunicación, o se vuelvan de interés público.

Una manera probada de mejorar los resultados en la solución de controversias es mediante la implementación de diversos espacios o fórmulas privadas de solución de conflictos., La probabilidad matemática nos da la respuesta: si reducimos nuestra estrategia a un solo esquema, tendremos un 50 por ciento de probabilidades de fracasar, pero si aumentamos nuestras alternativas a 3, por ejemplo, nuestras probabilidades de no llegar a una solución se reducen a un 12.5 por ciento.

Los primeros espacios de solución de controversias no tienen que ser necesariamente complejos, en numerosas ocasiones los problemas se resuelven si son detectados a tiempo y tratados con la seriedad debida. Invitar a las partes en conflicto a solucionar sus diferencias en un espacio neutro y privado, o procurar que acudan ante una entidad privada independiente para pedir asesoría, son ejemplos de algunos filtros que pueden resultar efectivos para las primeras etapas.

Una estructura vital, es establecer en los estatutos de la empresa, mecanismos de “salida”, es decir, esquemas que en casos de conflictos irreconciliables, permitan terminar la relación únicamente entre los socios o accionistas, sin que ello afecte a la empresa. Por ejemplo, la compra y venta forzosa de acciones de un socio a otro o las causales de y maneras de exclusión de un accionista de una sociedad, lo que es una posibilidad recientemente reconocida en la legislación societaria en México.

Los MASC más conocidos son la mediación, la conciliación y el arbitraje, además de los esquemas de “salida” antes mencionados. En los estados más avanzados en el país, pueden aplicarse desde el ámbito privado y confidencial, con plena validez legal, pero resulta necesario es que sean implementados por personas con probado dominio en el tema y con amplia solvencia moral y empresarial.

Señal de Madurez y profesionalismo.

El tema de solución de controversias puede resultar ser delicado. No es de extrañarse que muchas empresas prefieran no tratarlo debido a que lo consideran como una medida defensiva o incómoda que refleja desconfianza entre sus integrantes. La realidad no puede estar más alejada de lo anterior. La adopción de MASC demuestra que la empresa está consciente de los retos que enfrenta y que se encuentra comprometida con su desarrollo y permanencia en el tiempo. Más aún, una estrategia para la solución de controversias supone una práctica de Gobierno Corporativo que da confianza a los terceros interesados y aumenta el valor de la compañía. Lo anterior partiendo por supuesto, que el conflicto es parte de la naturaleza humana y siempre estará presente.

Del mismo modo, en el proceso de institucionalización de empresas familiares, no se puede dejar de observar la implementación de MASC en la operatividad de la sociedad. La inclusión de estos mecanismos se alinea al objetivo de las prácticas de gobierno corporativo y es un reflejo de la visión y compromiso de los propietarios hacia los inversionistas y stakeholders.

Aunque las medidas de prevención y solución de conflictos no serán las mismas en todas las empresas, no podemos pasar por alto la importancia que éstas tienen en la dinámica funcional de cualquier organización, sea o no familiar. No olvidemos que las empresas que alcanzan el éxito no son aquellas que tienen una capacidad de respuesta rápida ante dificultades, sino aquellas que se adelantan a los posibles riesgos.

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